He tenido la oportunidad de leer de cabo a rabo el texto
programático que los socialistas están discutiendo este fin de semana en
Madrid. Agradezco al amigo Carlos Combalía que me lo enviara hace ya algunas
semanas. Así es que he tenido tiempo para sacar algunas conclusiones
provisionales a la espera de ver en qué acaba el evento. De momento no entraré
en la pormenorización de las propuestas del texto programático (eso lo
dejaremos para otra ocasión) sino en dos cuestiones de orden general.
Primera. --
Aunque los redactores han procurado no dejarse nada (o pocas cosas) en
el tintero es evidente que se trata de una vasta elaboración en toda una serie
de materias, económicas, sociales, políticas y culturales que, también de
momento, no valoraré. Sin embargo, en esta primera consideración me interesa
sacar a colación a C.B. Macpherson. El mismo que en La democracia liberal y su época
se interrogaba lo siguiente: «¿Qué tipo de Estado hacía falta para este tipo de
sociedad?» (pág. 50). O, lo que es lo mismo, qué tipo de Estado hace falta para
el mejor acomodo posible de las propuestas de los socialistas.
Me explico: el grupo dirigente del PSOE ha estado desacertado
en no situar la «cuestión federal» en el texto programático. De manera que no
es posible saber en qué eje de coordenadas se inscriben sus propuestas.
Entiendo, pues, que no será útil esta conferencia porque –para evitar una
cuestión tan espinosa en ciertos sectores, ¿solamente en las vacas sagradas?-- establece
una escisión entre las propuestas (ya planteadas) y el «modelo de Estado que
hace falta» (todavía por definir). Pongamos que hablo de lo siguiente: de la
reforma fiscal en un Estado federal y sus implicaciones en las políticas de welfare
en dicho Estado federal.
Segunda cuestión.--
De una atenta lectura se constatan dos cosas: a) una ausencia de jerarquía
de las propuestas y, por tanto, una cierta confusión de prioridades; y b) una
absoluta desatención por los vínculos y compatibilidades entre todas y cada una
de las propuestas. Esto último es un vicio generalizado de la política y, ¿por
qué no decirlo?, de las propuestas de los sujetos sociales, incluido el
sindicalismo confederal. Es como si las diversas variables de un polinomio
algebraico no estuvieran vinculadas entre-sí. O, como he dicho en otras
ocasiones: un conjunto de tapas variadas (por magníficas que fueran) no
conforman un menú. Que la política no es una ciencia exacta (o ni tan siquiera
una ciencia, sino un artificio) no impugna la mayor.
Apostilla.-- La
verdadera apuesta por el federalismo de los socialistas se verá cuando su
literatura programática encaje, con los menos chirridos posibles, en el tipo de
«Estado que se necesita». Y la sostenibilidad de las mismas se verá a prueba
tras el establecimiento de los vínculos y compatibilidades de todas ellas entre
sí, esto es, de la consistencia del polinomio.
El PSOE quiere corregir sus elecciones y no engaña a nadie el entender que lo que quiere es ganar las elecciones. Que quiera ganar las elecciones no es nada criticable. La función de un partido es gobernar y su voluntad debe ir en esta línea. Pero la pregunta que nos interesa a los ciudadanos de
ResponderEliminarizquierda es clara ¿ Es sincera en su autocrítica ?
Lo que podemos esperar del PSOE es que sea un partido socialdemócrata consecuente. Esperar quiere decir que es deseable y posible. No sé si probable. El PSOE no ha degenerado tanto a nivel de corrupción como el PASOK griego o el Partidos Socialista portugués. Tampoco se ha pasado totalmente a la apuesta neoliberal, como el Partido Laborista británico o la socialdemocracia alemana.
Digamos que el PSOE se ha quedado a medias en las dos cuestiones.
Lo que es importante es saber lo que debe rectificar. Me parece claro que esta rectificación pasa por una autocrítica radical en tres líneas.
En primer lugar hay que transformar el partido y eliminar su estructura oligárquica. Esto quiere decir que el PSOE hja sido un partido que ha favorecido a los arribistas. Ha creado políticos profesionales, manipuladores que han controlado el aparato burocrático. Ejemplo :Manuel Bustos, ex-alcalde de Sabadell. Esta casta de políticos crea un grupo de gente con intereses propios, aunque no sean arribistas. la corrupción ha estado muy presente en el PSOE desde que empezó a agobernar. Y a todos los niveles. Solución : reducir al máximo los cargos del partido y el tiempo de permanencia, tanto a nivel interno como referido a su representación política. tender a eliminar los políticos profesionales. conseguir que sean ciudadanos con su trabajo que se dedican temporalmente a la política. Una política clara contra la corrupción. Cuestión que en el caso de la comisión investigadora de la sanida catalana no s eha visto en absoluto. Al contrario, el PSC se ha aliado con CiU para tapar las vergüenza mutuas.Transformar el partido en una organización democrática, austera de militantes. eliminar infreestructuras y liberados políticos. Luchar para hacer de las elecciones una ocasión para el debate político y no carísimas campañas publicitarias.
En segundo hay que hacer autocrítica de los errores neoliberales. En primer lugar las privatizaciones de empresas públicas rentables que hicieron. En segundo un sistema fiscal que no se enfrentaban a los privilegios de la Iglesia, de las grandes empresas y fortunas. Y que ha tolerado el fraude fiscal. En tercer lugar la falta de austeridad en la estructura del Estado y el excesivo endedudamiento público.
En tercer lugar está la alternativa federalista, que es una opción por la que el PSOE debe batallar. Para ello el PSC y algunos sectores del PSOE marcan el camino, en contra del nacionalismo españolista de muchos sectores del PSOE.
Las cosas podían haber sido distintas. Izquierda Unida podía haber sido el Syriza español. Pero no lo fue. ¿ porqué ? Quizás la gente no está tan desesperada como en Grecia, quizás el PSOE no está tan desprestigiado como el PASOK, quizás Izquierda Unida no ha sabido aprovechar la oportunidad.
Pero no ha sido así. Pienso que no es posible constuir una alternativa institucional sin el PSOE a nivel de gobierno central o de gobiernos autonómicos. A Cataluña sin el PSC. Lo cual no quiere decir que sea quien lleve la iniciativa. No debería llevarla. Pero hay que contar con él. Lo deseable sería que se crearan frentes antiliberales económicamente y democráticos políticamente. Sin que ningún partido llevara el protagonismo.