El artículo de Mario Vargas Llosa “El derecho a decidir”,
publicado el El País constituye un sorprendente y triste ejemplo de ausencia de
lucidez intelectual pues está centrado en la denuncia de los nacionalismos pero
desde una posición que comparte el nacionalismo español.
La denuncia de los nacionalismos. ¿Cómo puede insistir Vargas
Llosa, con entusiasmo, en que “El nacionalismo no es una doctrina política sino
una ideología y está mas cerca del acto de fe en que se fundan las religiones
que de la racionalidad que es la esencia de los debates de la cultura
democrática ”; o bien que “es una construcción artificial” y denunciar su
“endeblez y falsedad”, todo ello referido al nacionalismo catalán y afirmar
como conclusión que “el nacionalismo, los nacionalismos... destruirán una vez
más en su historia el porvenir de España...” En definitiva, ¿cómo se puede
afirmar todo esto sin darse cuenta de que –por lo que escribe- Vargas Llosa
comparte las posiciones del nacionalismo español que, a diferencia de otros, es
un nacionalismo dominante y excluyente. ¿Cómo es posible tanta adolescencia en
plena edad adulta?
Las identidades colectivas. Existen ciertamente los nacionalismos
pero también existen identidades colectivas que demandan reconocimiento y
respeto. Existen los nacionalismos dominantes y excluyentes –como el francés o
el español- pero también sabemos existen las identidades colectivas que surgen
de un sentimiento de pertenencia a determinados colectivos. Las naciones se
basan en identidades colectivas pero una nación, no obstante, no se define
únicamente un conjunto de variables objetivas que permiten detectar un hecho
diferencial lingüístico, cultural, histórico, etc. Una nación tiene –por una
parte- una componente identitaria y –por otra- posee otra dimensión asociada a
la voluntad colectiva de persistir en la identidad común. Catalunya es un caso
histórico y actual claro que no pierde legitimidad por el hecho de que exista
un nacionalismo catalán.
No se pueden denunciar los vicios ideológicos de los demás sin ser
mínimamente consciente de la propia ideología. Si se considera que el artículo,
simplemente, está mal escrito entonces la reacción mínima es de alarma
intelectual. En todo caso pienso seguir disfrutando de la obra literaria de
Vargas Llosa.
Un libro sobre el
federalismo plurinacional. En este clima es de agradecer la aparición del libro
de José Antonio Pérez Tapias, Invitación al federalismo. España y las razones para un Estado plurinacional. En el libro, el autor – catedrático y
ex_diputado del PSOE por Granada –expone sin exabruptos su concepción razonada
del federalismo plurinacional basado en el respeto y el reconocimiento de las
naciones existentes en España. Merece ser leído, subrayado, comentado y
criticado.
Comentari de Carme Valls-Llobet a Josep Maria Vegara:
ResponderEliminar"Doncs tens tota la raó, a mi tambè em va extranyar molt que un apersona inteligent com el Vargas LLosa no vegi les seves contradiccions. Sera alló de que tothom veu la palla al ull del altre i no veu la viga a la propia. Aquest tema de les identitats diverses i plurals que tots tenim nomes el pot entendre els que vivim amb totes elles a dins. Gracies pels llibres que recomanes. Carme Valls-Llobet"
Hola amics,
ResponderEliminarJo dubto bastant de la capacitat analítica de Vargas Llosa. Moltes vegades fica la pota com el cas que aqui comentem. Els nacionalistes s´han d´enterar que es pot criticar el nacionalisme desde un cosmopolitisme republicà i solidari. Gent com el Vargas LLosa o Ciutadans cauen en el mateix que critiquen. Per molt que parlin de contraposar la idea il·lustrada del ciutadà acaben en el mateix : les identificacions imaginàries.
Cerament és des de l´argumentació com poden aclarir les coses, no desde les polaritzacions emocionals