El coordinador federal de Izquierda Unida (IU) aboga por un proceso constituyente que desemboque en una república federal dotada de una nueva constitución que blinde derechos sociales y laborales. “Desde EUiA deberíamos haber defendido con más intensidad el estado federal en Cataluña”, afirma
“Los problemas
que está sufriendo la clase trabajadora y la mayoría social en Cataluña son
idénticos a los que está sufriendo la clase trabajadora y el conjunto de
territorios del Estado: paro, corrupción, precariedad. Estos problemas deberían
estar por encima de los territoriales”. Cayo Lara (Argamasilla de Alba, Ciudad
Real, 1952) es rotundo en sus respuestas. Hijo de una familia de agricultores
de Castilla La Mancha y con una trayectoria marcada por las luchas sindicales,
defiende con convicción “un modelo de Estado
Republicano y Federal, cooperativo y solidario, que ayude a resolver las
contradicciones derivadas de la realidad plurinacional, multicultural y
plurilingüística”. Una
propuesta que está recogida en el documento ‘República federal. La propuesta de Izquierda Unida’ que la coalición aprobó en febrero pasado y que fija la posición
de IU en un posible debate constituyente.
Cayo Lara fue el
encargado de inaugurar el 25 de mayo pasado el ciclo ‘Propuestas federales’ con
el que Federalistes d’Esquerres busca ahondar en los
distintos proyectos que existen en España en relación a la reforma del estado
de las autonomías.
¿Cuál es la salida a la actual tensión que
vive Cataluña y España respecto al modelo territorial?
C.L. Desde mi
punto de vista, y desde el de Izquierda Unida, la salida al conflicto que se ha
creado entre Cataluña y España respecto a la configuración del Estado es el Estado
federal. Izquierda Unida lleva en sus documentos desde su nacimiento, en 1986,
la propuesta de estado federal. Nosotros entendemos que si se hubiera empezado
a trabajar hace ya tiempo, nos habríamos ahorrado muchos de los problemas
actuales.
¿Cómo ve la situación en Cataluña?¿Con
preocupación?
C.L. La veo igual
que en el conjunto del Estado. Los problemas que está sufriendo la clase
trabajadora y la mayoría social en Cataluña son idénticos a los que está
sufriendo la clase trabajadora y el conjunto de los territorios y las
comunidades autónomas del Estado. Hay un alto deterioro de la democracia y de
los derechos sociales, laborales y sindicales que habíamos conquistado a lo
largo de muchos años. Los ciudadanos comparten problemas idénticos: paro, corrupción,
precariedad.
Izquierda Unida ha presentado un documento
en el que propone una reforma federal de la Constitución. ¿En qué consiste esta
propuesta?
C.L. Nosotros
estamos hablando de caminar hacia un proceso constituyente en el que participen
todas las fuerzas políticas y sociales de nuestro país. Y creemos que el
federalismo es el modelo que más se ajusta a las izquierdas que deberían
apostar siempre por la solidaridad y la cooperación, que es una característica
del modelo federal. El problema es que en vez de avanzar hacia un proceso
constituyente, estamos inmersos en un proceso deconstituyente: se están robando
derechos fundamentales que están reflejados y consagrados en distintos
artículos de la Constitución como el derecho al trabajo, a la vivienda y a la
sanidad pública.
¿Por qué cree usted que se está produciendo
este proceso que define como deconstituyente?
C.L. Porque el
poder financiero que formó parte del pacto del 78’, está robando estos
derechos. Necesitamos caminar hacia un proyecto constituyente para conseguir
tener una constitución del conjunto de estados federados que sea garante de
derechos básicos, esenciales, de ciudadanía. Y cuando hablo de derechos, hablo de los derechos que están
siendo pisoteados de manera importante por determinados poderes con respecto a
la propia Constitución española.
Las encuestas apuntan a un cambio en el
escenario político en 2015. ¿Cree que las elecciones permitirán avanzar hacia
una reforma constitucional en sentido federal?
C.L. Hay
incertidumbre de cuál será la configuración de las nuevas mayorías pero lo que
sí parece claro es que van a ser
diferentes a la mayoría absoluta del Partido Popular. Habrán condiciones para
que hayan cambios y para recuperar derechos democráticos pero también civiles,
sociales, laborales y sindicales.
Hay otras fuerzas políticas, la más
importante el PSOE, partidarias de una reforma constitucional en sentido
federal. ¿Qué cosas hay en común con Izquierda Unida?
C.L. En el caso
del PSOE, ellos hablan de hacer una reforma de la Constitución e Izquierda
Unida, un proceso constituyente. Nosotros creemos que en 1978 quedaron
elementos en la propia constitución que deberían cambiarse por completo.
Nosotros apostamos por un estado laico y por la renuncia a la guerra como instrumento
de defensa, cosas que ya recogía la Constitución española de 1931. Nosotros
hablamos de derechos básicos garantizados y de una república. El PSOE sigue
hablando de una monarquía. En esto último tenemos elementos importantes que nos
diferencian porque ellos sólo tienen posiciones reformistas respecto a la
corona. Aspiran a que el derecho de sucesión sea igualitario respecto al hombre
y la mujer pero no abordan lo sustancial que es el derecho de sangre. Nosotros
no compartimos que se justifique la monarquía desde ningún punto de vista.
¿Un referéndum de reforma de la Constitución
debería incluir por fuerza dar a la ciudadanía la posibilidad de escoger entre
monarquía o república?
C.L. Sí. Nosotros
defendemos de forma permanente la necesidad de un referéndum sobre la
monarquía. Lo hemos hecho con más fuerza a raíz de la abdicación de Juan Carlos
en Felipe VI. Nosotros pensamos que se tiene que someter a la opinión pública
la decisión de que caminemos hacia un estado republicano o sigamos manteniendo
un estado monárquico con todo lo que eso significa.
¿Cómo vive el debate que se está
produciendo en Cataluña en relación a la independencia?
C.L. En mi
opinión deberíamos haber defendido con más intensidad el estado federal en
Cataluña. EUiA ha asumido una posición determinada que yo respeto como
coordinador federal de Izquierda Unida pero en mi opinión se habría tenido que
apostar por la defensa del estado federal y desde una concepción de una
política de clase. Lo que esta ocurriendo con este debate es una inmensa estafa.
El debilitamiento de las clases sociales, de las clases populares, está por
encima de los problemas territoriales que podamos tener en el conjunto del
Estado.
El principal argumento a favor de la
independencia es el supuesto expolio fiscal que Cataluña sufre respecto del
resto de España. ¿Cree que se puede asumir este argumento desde una perspectiva
de izquierda?
No sólo no la
puede asumir una persona de izquierdas sino ninguna que aspire a una sociedad
en la que exista la igualdad y la solidaridad entre las personas. Hay un
problema fiscal y tenemos que discutir sobre un nuevo pacto federal entre los
distintos actores. Habrán posiciones diferentes pero tenemos que resolver esto
con un pacto. Mucho más grave que el tema de las balanzas fiscales, es lo que
se ha producido en el conjunto de la hacienda pública del estado donde ha
habido una desfiscalización. Se han bajado los impuestos a los más ricos
incorporando figuras que pagan pocos impuestos, reduciendo tipos impositivos en
lo que tiene que ver con el impuesto de sociedades y suprimiendo impuestos como
el de patrimonio. Todo esto ha posibilitado un deterioro de la hacienda pública
que, sumado al estallido de la burbuja inmobiliaria, ha dejado a la hacienda
pública exhausta y que tiene una repercusión directa en los fondos que se
transfieren a las comunidades autónomas. Esta es la verdadera razón de porqué faltan
recursos, no sólo para Cataluña sino para el conjunto de comunidades autónomas
del Estado.
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