viernes, 5 de enero de 2018

Los tuits del señor Antoni Castellà #SI (por Mireia Esteva)


Señor Castellà #SI me da miedo su república porque no sé si se parecerá a la República Popular China, a la República Árabe Unida o a las repúblicas de los países bálticos que excluyen a las minorías rusas. Me da miedo su república porque la proclamaron ignorando a más de la mitad de los catalanes, porque la proclamaron saltándose al propio Parlamento, la Constitución, el Estatuto y y al Consejo de Garantías Estatutarias


        Señor Antoni Castellà #SI, ¿además de banalizar de forma tan ruin el sufrimiento de los judíos a manos de los nazis se refería a gente como yo cuando decía en un tuit dirigido a los catalanes de la tercera vía que algunos judíos alemanes votaron tal como querían que lo hicieran los líderes nazis, con la esperanza de que este gesto de supuesta lealtad los vinculara de nuevo al sistema? Me refiero a este tuit señor Castellà #SI:



         Aparte del contenido, en sí deleznable, el tuit fue escrito la noche antes del día de reflexión en las elecciones de Cataluña del día 21D. No dije nada por aquello de respetar las reglas del juego el día de reflexión electoral. Ignoro las causas por las cuáles las neuronas de alguien pueden llegar a recorrer caminos tan tortuosos para llegar a establecer una comparación tan desafortunada, y publicarlo en un tuit en un momento en que pensó que estaba al límite de tiempo para que alguien se lo rebatiera. Le aseguro que sus neuronas no me interesan y sepa que sus comentarios no me afectan personalmente, porque estoy segura de que no compartimos ni la ética ni los valores y difícilmente podríamos ser amigos. Sin embargo, usted me preocupa como político, ya que se ha presentado en la lista de ERC, en una posición preeminente. Me preocupa que exista gente de su calidad humana con bastantes probabilidades de gobernar. Porque usted me desprecia, señor Castellà #SI. Me desprecia a mí y a todos los que el 21 de diciembre votamos a partidos que buscan vías de entendimiento para resolver los conflictos. Me desprecia sin conocerme, y su ignorancia y su falta de sensibilidad y de sentido crítico le confieren una visión supremacista de la realidad y de su relación con los demás.

        A eso que usted llama la tercera vía, eso a lo que usted ningunea porque lo suyo es contribuir  a polarizar la sociedad, abre caminos de concordia, establece puentes y encuentra soluciones a los problemas que tiene la humanidad. Eso que usted desprecia es el camino federal, sistema que ya comparte mes de la mitad de la población del mundo y a dónde se dirige el proyecto de construcción de la Unión Europea. Eso que usted desprecia, señor Castellà #SI ha sido la forma que la humanidad ha encontrado para evitar las guerras producidas por el nacionalismo excluyente, porque a eso es a lo que conduce el nacionalismo que usted representa. A eso conduce la radicalidad basada en abrir fronteras físicas y emocionales entre ciudadanos. 

        No soy judía, ni me siento perseguida por nadie. He vivido el régimen franquista, y a diferencia de usted, sí sé lo que es vivir bajo la bota del nacionalismo excluyente, bajo una dictadura. Por eso, señor Castellà #SI me da miedo su república. Me da miedo porque no sé si se parecerá a la República Popular China, a la República Árabe Unida o a las repúblicas de los países bálticos que excluyen a las minorías rusas. Me da miedo su república porque la proclamaron ignorando a más de la mitad de los catalanes, porque la proclamaron saltándose al propio Parlamento, la Constitución, el Estatuto y al Consejo de Garantías Estatutarias. No sé quién es usted para apropiarse de un territorio en el que vivimos todos, pero si le digo que yo voto por los que hacen propuestas para cambiar las cosas con lealtad democrática, con el respeto a las diferencias y con la ética del reconocimiento mutuo.

        Le aseguro, señor Castellà #SI que hace tiempo que mi ombligo no me preocupa. Por eso prefiero un país federal, porque a diferencia del nacionalismo, el federalismo levanta la mirada para poner las energías en resolver los problemas que tiene el conjunto de la sociedad sin excluir a los demás. La diferencia entre usted y yo es que aunque yo no quepa en su república, usted si cabe en la mía, porque el federalismo, a diferencia del nacionalismo, respeta la pluralidad y protege a las minorías. 

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