El pasado
23 de Noviembre asistí al debate entre Ramón Jáuregui y Joan Coscubiela en el Teatre
Joventut de L´Hospitalet sobre la reforma constitucional ante las relaciones de Catalunya con España. Asistí a sus intervenciones y a las correspondientes réplicas
entre ellos. Francamente, la intervención de Coscubiela me inquietó en tanto
que su presencia allí la hizo como diputado de ICV.
Vaya por
delante el aprecio personal por Joan y, desde luego, mi respeto y hasta admiración
por su trayectoria sindical y su brillante e incisiva actuación en el Congreso de Diputados.
Pero el
derecho a la crítica es compatible con este respeto. El primer problema que me
sorprendió es que pretendiera justificar el llamado derecho a decidir, mas
allá de concreciones legales, porque la voluntad de las personas y de los
pueblos anticipa, con su ejercicio, los derechos que luego se reconocen
normativamente. Y se refirió, como precedente de ello, al derecho de huelga.
Disiento de tal alegación. Porqué como es evidente, la huelga como hecho histórico siempre tuvo un contenido perfectamente definido: la cesación del trabajo por
cuenta ajena para reivindicar intereses de los trabajadores. Por cierto, tardó mucho en ser reconocido como
derecho: concretamente hasta los Pactos de Nueva York de 1966. Hoy por hoy nadie conoce el orígen y contenido del derecho conocido como derecho a decidir.
Porque, como argumentó con acierto Jáuregui, es una forma amortiguada de
referirse al derecho de autodeterminación. Derecho que, en ningún caso, puede
atribuirse a Catalunya.
En efecto, en la comunidad
internacional se ha reconocido el derecho a la libre determinación de los
pueblos, que no a la autodeterminación. Tiene lugar en un momento histórico completamente distinto
del actual. El reconocimiento de tal derecho tiene lugar en plena dinámica
anticolonialista, entre 1960 y 1966. Es decir, ante la necesidad de
resolver la situación de los pueblos sometidos a la dominación colonial por las
potencias occidentales, casi todas ellas vencedoras en la II Guerra Mundial.
"Hoy por hoy, nadie conoce el origen y contenido del derecho conocido como derecho a decidir porque no es más que es una forma amortiguada de referirse al derecho de autodeterminación"
Es
a estos pueblos a quienes se reconoce el derecho a constituir un Estado
independiente de las respectivas metrópolis para superar definitivamente la
sumisión en la que vivían. Reconocimiento que va asociado al reconocimiento de
los derechos humanos a los hasta entonces súbditos de esos pueblos y,
paralelamente, al derecho al desarrollo y la recuperación de sus recursos
naturales. Todo ello da lugar a la Resolución 1.514 de la Asamblea General de
NNUU, de 14 de Diciembre de 1960, llamada Carta Magna de la Descolonización.
Por esta razón, la Resolución parte del reconocimiento del apasionado deseo de
libertad que abrigan todos los pueblos dependientes y el papel decisivo de
dichos pueblos en el logro de su independencia. Y el texto de la
Resolución es claro y contundente al respecto. Por razón de la sujeción de
pueblos a una subyugación,
dominación y explotación extrajera…, se les reconoce el derecho de libre
determinación a fin de que los pueblos dependientes puedan ejercer pacífica
y libremente su derecho a la independencia…. Ya posteriormente, en los Pactos
de Nueva York de 1966, en pleno desarrollo de la descolonización, vuelve a
reconocerse en el Artículo Primero que Todos los pueblos tienen el derecho de
libre determinación. Pero eso sí, partiendo del ideal del ser humano libre,
en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del temor y de
la miseria…. El alcance jurídico de este principio ha sido analizado por el
Tribunal Internacional de Justicia respecto al Sahara Occidental (1975) y Timor
Oriental (1995). Es muy evidente que nada tiene que ver con la Catalunya
actual.
Además me sorprendió que, durante su
exposición, omitiera toda referencia a los partidos y coaliciones como la de ERC y
CiU, que son quienes han puesto en marcha y conducen el proceso a la pretendida independencia. Proceso
al que se ha sumado, a mi juicio erróneamente, ICV. Alguien que desconociera el
espacio político catalán, podría entender que dicho proceso ha sido creado y es
conducido por ICV. Resulta preocupante que un diputado de ICV plantee el
confuso e inconsistente “derecho a decidir” ocultando que el proceso en cuestión
está guiado, con las ambigüedades oportunas, por el partido más representativo
de la derecha catalana -Convergència Democràtica-, con el necesario apoyo, dada
su debilidad parlamentaria, de ERC. Así resulta de los acuerdos parlamentarios
que se refieren a la transitoriedad jurídica hasta alcanzar estructuras de
Estado y otras formulaciones que expresan claramente la voluntad de secesión
respecto de España, con independencia del marco democrático vigente.
"El proceso soberanista está guiado por el partido mas representativo de la derecha catalana, Convergència Democràtica, con el necesario apoyo, dada su debilidad parlamentaria, de ERC. A mi juicio ICV se ha sumado erróneamente. ICV-EUA debe aglutinar a las clases populares y plantearse como horizonte principal y casi único, superar la falta creciente de libertades y acabar con las desigualdades sociales"
Coscubiela no puede ocultar en un
acto público con ese objetivo que esa derecha es la que está retribuyendo a altos cargos de la Generalitat con sueldos anuales muy superiores a 100.000
euros, mientras alega cínicamente que España nos roba, que esa derecha está desmantelando el sistema público de
salud- cuando el tiempo medio de espera en Catalunya para una intervención quirúrgica ha aumentado un 30%-, que los altos cargos del gobierno
de esa derecha incumplen impunemente la Ley de Incompatibilidades, como ha advertido la Oficina Antifrau ante
el caso Padrosa, que esa derecha que mantiene en sus cargos electivos a
imputados por corrupción, como Oriol Pujol, o a responsables políticos de los
Mossos ante abusos policiales
inadmisibles en un Estado de Derecho, que esa derecha derogó inmediatamente después de alcanzar el poder el Código Ético de la Policía aprobado
por el Conseller Saura, y así sucesivamente.
Amigo Joan, no puede ocultarse que
estáis aliados, llámese como se quiera, con quienes van a haceros pagar un alto
precio por un proyecto que, digan lo que digan, no tiene otra finalidad que
romper la convivencia en Catalunya y, desde luego, segregarse de España. No es
ese, a mi juicio, el proyecto que corresponde a ICV-EUA, partidos de izquierda,
que deben aglutinar a las clases populares y plantearse como horizonte
principal y casi único superar la falta creciente de libertades y acabar con
las desigualdades sociales.
Agradecido por el ejercicio de erudición jurídica (Carta Magna de la Descolonización, Pacto de NY,....). Sin embargo, tal exposición y lo que se deuduce en modo alguna invalida la aspiración de una parte importante (¿mayoritaria?) de la población catalana a decidir (incluyendo a decidir segregarse). ¿El contexto histórico no es el de la autodeterminación?. Cierto, esto ya lo sabemos pero no es de recibo afirmar que el "derecho de audoterminación (...) en ningún caso, puede atribuirse a Catalunya".
ResponderEliminarLas referencias a la "derecha", "Código Ético",...sobran pues lo que se discute es la salida que damos a una reivindicación de un parte del pueblo catalán, no la valoración que nos merece el gobierno de Mas.
También estuve en el acto del Teatre Joventut de l'Hospitalet y aunque también siento respeto y admiración por Joan Coscubiela, deno decir que no estuvo convincente. Hasta el presente yo tenía la percepción de que ICV sabía muy bien que es imposible asociarse u dar apoyo a CiU en ninguna de sus propuestas, porqué siempre esconden invariablemente un pensamiento o una praxis neoliberales, privatizadoras y de clase. Es ahora cuando, inexplicablemente, ICV se suma a CiU sin una aparente contrapartida, ya que sus críticas al proceso son poco más que matices.
ResponderEliminarYo creo que Joan Coscubiela estaba algo incómodo, no tan sólo porqué se encontró ante un auditorio mayoritariamente crítico con el "derecho a decidir" sino también porqué dentro de sí mismo y de su partido no deben estar nada convencidos del viaje al que se han apuntado -y en tan malas compañías.
Para el anónimo. Perdona, pero es que creo que no has entendido la cuestión.
ResponderEliminarLa mayoría independentista ha llegado en un contexto de crisis y descontento social y se ha sumado gente que nunca ha sido independentista, por lo tanto es gente que ha cambiado de opinión y nadie te asegura que no lo vaya a volver a hacer, por lo tanto es una mayoría viciada, no es una mayoría real.
Lo que si tiene el independentismo es toda la fuerza del stablishment catalán, i fa soroll, pero eso no es la representación de la mayoría del pueblo catalán. Por otro lado, creo que ya hemos dejado claro, que eso de que los catalanes somos una colonia desde 1714, no es más que un cuento histórico de una élite nacionalista, que no tiene ninguna legalidad.
Lo que resulta, que lo que realmente pide la " mayoría " que usted mismo indica, es una " falsa libertad" que limitaría y perjudicaría la libertad de otros pueblos que conviven bajo un marco " legal " con Catalunya, vease Andalucia, Castilla la mancha o Extremadura. Por consiguiente, sinceramente amigo cualquier demócrata entiende que su libertad llega hasta donde empieza la del otro.
Y por último, como la mayoría independentista hemos explicado, que no es una mayoría real, puesto que se ha sumado en estos últimos años de contexto de crisis, igualmente se le explica bien las cosas, se les informa que eso no es ni derecho a decidir, ni derecho a nada, más que a satisfacer los deseos nacionalistas de CDC y ERC y ya tiene ICV el camino que le hará volver a la senda que dejó vacia el PSUC. Y a representar la ideología de un partido de izquierdas. Y una vez dejado todo claro, vamos otra vez todos juntos a cambiar España.
Ole mi Carlitos. Gana con los años, no como otros.
ResponderEliminarCarlos Jiménez Villarejo analiza el debate del sábado entre Ramón Jáuregui y Joan Coscubiela en el Teatre Joventut:
"El proceso soberanista está guiado por el partido mas representativo de la derecha catalana, Convergencia Democrática, con el necesario apoyo, dada su debilidad parlamentaria, de ERC. A mi juicio ICV se ha sumado erróneamente. ICV-EUA debe aglutinar a las clases populares y plantearse como horizonte principal y casi único, superar la falta creciente de libertades y acabar con las desigualdades sociales"
Siempre es buena la ilustración, los socialdemócratas y socialistas en cataluña después de este guirigay nacionalista, deberán reflexionar, y repensar si la defensa de lo social, significa aceptar mansamente una ideología tan retrograda como la nacionalista .
ResponderEliminarse refiere al nacionalismo no nacionalista como es el españolismo? Porque l catalanismo, generalmente, incluso desde la derecha, ha apostado por posiciones de progreso, Desde acabar con el caciquismo, iniciar una cierta industrialización, hasta enfrentarse al franquismo. Y la izquierda siempre ha tenido una formulación especifica desde el PSUC ya en su fundación, y más tarde el PSC y ahora la CUPS
Eliminar¿Sería posible conocer en qué hechos o datos se basa para afirmar que el catalanismo de derechas ha aportado por acabar con el caciquismo? ¿De dónde sale la idea de que el nacionalismo catalán de derechas se enfrentó al franquismo? La cantidad de ejemplos que demuestran todo lo contrario es abrumadora, pero vivimos en unos tiempos en que, por lo visto, falsear la historia se ha convertido en algo fácil y divertido.
EliminarEl “derecho a decidir” no nace de la jurisprudencia creada por los procesos de descolonización sino del concepto jurídico moderno de legitimidad que basa esta en la aceptación colectiva voluntaria de las leyes e instituciones de un país. La actividad ultra-nacionalista del PP, la parcialidad manifiesta del TC y las maniobras de boycot de ERC y CIU al Estatut de 2006, han producido una situación en que más de un tercio de la población de Cataluña no acepta como legítima la organización territorial del Estado Español. Esto es un problema político que debe ser abordado.
ResponderEliminarLa propuesta de ICV es que para que se recupere la legitimidad perdida, se realice una votación. El problema es que ICV es el único partido que quiere encontrar una solución. ERC, CIU, CCs y PP buscan prolongar el problema cada uno por sus propios motivos. El PSC, otro de los que parecía que buscaba una solución, ha quedado paralizado por los ataques feroces de la vieja guardia del PSOE que le han quitado la necesaria capacidad de maniobra.
Para terminar diré que la contraposición entre social y nacional que hace el señorJimenez Villarejo et al. es completamente absurda y sus acusaciones de complicidad con la derecha por buscar solución al problema político real de ese tercio de la población de Cataluña, fuertemente desafortunadas. ICV tiene la obligación de atender todos los problemas de la sociedad, los fáciles (críticar el austericidio) y los dificiles (articular una mayoría social viable que permita una relegitimización de la relación Cataluña-Estado).
El problema es que la Constitución fue votada con más participación que cualquiera de los Estatutos y que un país respetuoso con la ley no puede gobernarse por un estado de ánimo fruto de una coyuntura política y económica concreta. sí podríamos repetir la experiencia histórica del cantonalismo, de funestas consecuencias para la 1ª República.
EliminarEl problema es creer que el sentimiento que anima a ese tercio de la población catalana es un capricho pasajero o un "estado de ánimo". Hay un problema político y las apelaciones vacías a la ley no lo van a solucionar. La Constitución está siendo utilizada por los que no la votaron para oprimir a los que si la votamos. Esa perversidad es lo que crea la deslegitimación actual del sistema político (y no solo en Cataluña -aunque aquí sea donde es más visible)
EliminarEl Sr. Villarejo da en el clavo; o sea, el punto clave del proceso: la legimitidad del derecho a decidir. La legalidad está clara: sin el beneplácito y la colaboración del gobierno central no se puede hacer una consulta determinante. Otra cosa es la legitimidad: Tan cierto es que Catalunya no entra en el derecho de autodeterminación, como democrático resulta preguntar a la gente. Respefto al papel del Sr. Coscubiela, creo que no estuvo tan mal. Lo que ocurre es que el Sr. Jáuregui estuvo realmente brillante, y si comparamos...
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