Nosotros nos sentimos catalanes, españoles y europeos, pero ciudadanos de una patria principal que nació en la periferia y que alguien quería condenar para siempre en ella: el Baix Llobregat. Es el alma obrera, el alma mestiza de quienes nos sentimos catalanes llevemos la camiseta del color que llevemos y enarbolemos la bandera que enarbolemos, pero también hermanos de las gentes y los pueblos de España. Nuestra alma no empieza en los Pirineos y acaba en el Ebro
(Este texto es una transcripción de la intervención de José Luis Atienza en la presentación de Federalistes d'Esquerres en Cornellà el 5 de noviembre de 2014)
Estoy encantado de
estar aquí, en un acto celebrado en un lugar muy querido de nuestra geografía
política y sentimental, Cornellá. En un centro que lleva el nombre de nuestro García
Nieto, un hombre que hizo fácil lo complicado: unir la vida, la religión, el
sindicalismo y la política y que finalmente murió a pie de obra. Las personas
mejores no son las planas, son como los países. Las mejores no son las que
tienen un sólo color, un sólo tono, sino aquellas que tienen muchas dimensiones
y son capaces de crecer viviendo sus contradicciones.
Me emociona estar
en Cornellá cerca de la plaza Cataluña y permitidme que en vez de reivindicar
la memoria lejana de 1714 como hacen algunos, reivindique una memoria cercana,
la de la dignidad. La memoria del 14 de diciembre de 1988, fecha en la que hicimos una manifestación de
la huelga general con la misma gente que doce años antes había hecho una
manifestación en Sant Boi para reivindicar el primer 11 de septiembre en 1976.
Porque en Cornellá nuestra memoria histórica es la lucha contra el franquismo
en el Baix Llobregat. Es el alma obrera, el alma mestiza de quienes nos
sentimos catalanes: catalanes, llevemos la camiseta del color que llevemos y
enarbolemos la bandera que enarbolemos, pero también hermanos de las gentes y los pueblos de España. No nos sentimos de un sólo sitio. Nuestra alma no empieza en
los Pirineos y acaba en el Ebro. Como dijo Sergi Pamies, nos sentimos como las
aceitunas a la española, rellenas de rica anchoa.
Probablemente es
cierto que damos a España más de lo que recibimos pero lo que seguro que es
cierto es que el Baix Llobregat da a Cataluña más de lo que recibe en una proporción
superior a la que da Cataluña a España y por eso no reivindicamos la secesión.
El federalismo es plural como la izquierda, como España, como Cataluña, pero
hemos de ser capaces de dar un NO sereno y razonado a la independencia. El
federalismo es sentimiento, pero también es razón y pone la razón por delante
del sentimiento. El federalismo es corazón y cerebro pero pone el corazón a
latir y el cerebro a pensar en cómo arreglar las cosas. Creo que es emocionante
estar en una reunión organizada por quienes tienen tan hermoso nombre y aun
mejor apellido, federalistas de izquierdas. Y entre todos tenemos que hacer que
empiece a funcionar para razonar y acordar una reforma de la constitución que
mejore Cataluña y mejore España, que
mejore la vida de los catalanes y españoles. Nosotros nos sentimos catalanes,
españoles y europeos, pero ciudadanos de una patria principal que nació en la
periferia y que alguien quería condenar para siempre en ella: el Baix
Llobregat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario